Historia

En respuesta a la crisis del SIDA de la década de 1980, nuestra comunidad se unió para enfrentar la epidemia de manera contundente. Los defensores de la comunidad, junto con la ayuda de UC Davis Health Systems, CHW Mercy, Sutter Health y el condado de Sacramento, formaron el Centro de Investigación, Educación y Servicios sobre el SIDA (CARES) para ayudar a las personas con VIH/SIDA en 1989. Algunos años más tarde, Kaiser Permanente se unió al esfuerzo. Estos primeros fundadores marcaron la pauta no solo de quiénes éramos en 1989, sino también de todos los años venideros.

Por más de dos décadas nos dedicamos a la causa y cuidado de las personas con VIH/SIDA. Estos esfuerzos a menudo se extendieron mucho más allá de las paredes de nuestras instalaciones y más allá de los servicios médicos básicos. Inscribimos a personas en estudios de investigación para ayudar a mejorar el tratamiento de la enfermedad mortal. Abogamos por los programas de intercambio de agujas como un servicio social preventivo. Luchamos por la justicia social, apoyando la igualdad para todos, independientemente de sus elecciones y comportamientos personales. Con nuestra ayuda, se sanaron viejas heridas entre los hombres homosexuales y los miembros de la comunidad religiosa, y las personas se reconectaron con las familias que anteriormente los habían rechazado. Desde el principio, nos comprometimos con la persona en su totalidad, no solo con la instantánea de la persona que se presentó en una sala de examen.

A medida que avanzaba la investigación y la atención del VIH, se aseguró a las personas infectadas que podrían vivir una vida normal. Lo que antes era una epidemia, se convirtió en una enfermedad crónica. Como organización arraigada en nuestra comunidad, era fundamental que siguiéramos creciendo y cambiando con ella. Esto significaba ayudar a las personas a controlar sus comorbilidades, que a veces incluían el abuso de sustancias y problemas de salud mental, así como diabetes, hipertensión, hepatitis C y asma. Nos convertimos en proveedores de atención primaria, tratando a la persona en su totalidad, no solo al VIH.

En 2010, con la aprobación de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, nos embarcamos en el mayor cambio de todos: abrir nuestra clínica a todas las personas que necesitan atención, no solo a quienes viven con el VIH/SIDA. En 2011, comenzamos a ver a familiares de nuestros pacientes VIH positivos. En 2015, continuamos nuestro viaje de atención ampliada al convertirnos en un Centro de Salud Calificado Federalmente. Esta designación significó que brindamos servicios primarios y preventivos coordinados e integrales a nuestra comunidad, independientemente de la capacidad de pago.

El cambio en el estado de la enfermedad de nuestros pacientes no cambia, ni cambiará nunca, nuestros valores esenciales ni nuestro compromiso de cuidar a aquellos que se ven afectados por el VIH/SIDA en nuestra comunidad. Ya sea CARES o One Community Health, nuestra organización sigue presionando por la igualdad para todos y la justicia social para los marginados. Nuestros médicos y profesionales de la salud continúan tratando a las personas con compasión, independientemente de sus elecciones y comportamientos personales. Seguimos brindando el mismo menú de servicios a todos los necesitados, y seguimos abogando por la conciencia pública sobre temas como el estigma que rodea a las enfermedades mentales y la necesidad de atención médica universal. Entendemos el impacto del trauma en la salud y estamos trabajando para ayudar a las personas a sanar esas heridas. Cuando vemos sufrimiento, tratamos de curarlo, ya sea un individuo con dolor o un grupo en nuestra comunidad.